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Los productores de vacunas deben redoblar sus esfuerzos

NUEVA YORK – El mundo se encuentra en un momento crítico de la pandemia del COVID-19. Los países que no han cumplido con la primera ronda de vacunación son extraordinariamente vulnerables a la sumamente infecciosa variante Delta, y también son el semillero de nuevas variantes que podrían propagarse rápidamente en todo el mundo. La Comisión COVID-19 de The Lancet, la cual presido, está trabajando a rajatabla con el sistema de las Naciones Unidas para fortalecer la respuesta multilateral. Los gobiernos de los países donde se están produciendo vacunas –Estados Unidos, miembros de la Unión Europea, el Reino Unido, India, Rusia y China- tienen que cooperar con las autoridades de las Naciones Unidas para garantizar que un suministro suficiente de dosis de vacunas llegue a los países más pobres.

Los países de altos ingresos hoy tienen más del 50% de su población totalmente vacunada. Sin embargo, la población completamente vacunada en África sigue por debajo del 4%. Esta falta de cobertura de vacunación en África, y en los países de bajos ingresos en otras regiones, plantea un peligro inminente para estas poblaciones.

El presidente norteamericano, Joe Biden, ha convocado a una cumbre de vacunas el 22 de septiembre. Podría ser un paso adelante sumamente significativo. Es importante que Estados Unidos lleve a cabo este encuentro en cooperación con China, India, Rusia y los otros países productores de vacunas, y con el sistema de las Naciones Unidas. Sólo las Naciones Unidas, con su membrecía universal y su capacidad operativa en los países de bajos ingresos, tienen la capacidad de coordinar la rápida expansión global de la cobertura de vacunación.

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