haseltine11_Philipp von Ditfurthpicture alliance via Getty Images_coviddrug Philipp von Ditfurth/picture alliance via Getty Images

El virus todavía está ganando

BOSTON – Una vez más, el COVID-19 está decimando sin control a la población estadounidense, puesto que ya no hay en vigor ninguna medida de sanidad pública para proteger adecuadamente contra la infección. Yo mismo he tomado extraordinarias precauciones para evitarla durante los últimos dos años y medio, ya que cumplo tres de las precondiciones para un COVID-19 grave: tengo 77 años, soy sobreviviente de un cáncer y durante las últimas cuatro décadas he sido sometido a un tratamiento para una afección inflamatoria crónica que me ha dejado moderadamente inmunocomprometido.

Por fortuna, he tenido el privilegio de poder confinarme en mi casa en el campo, donde pude controlar mis interacciones personales. Me puse las vacunas a las pocas semanas de que estuvieran disponibles, y he recibido refuerzos cada tres o cuatro meses desde entonces. Más aún, hace cuatro semanas me dieron Evusheld, un tratamiento con anticuerpos monoclonales.

Y, sin embargo, hacia fines de mayo, tras muchos meses en aislamiento, me permití asistir a un evento social: una recaudación de fondos con cerca de 100 personas. Cuatro días más tarde, en cama con fiebre, tos y decaimiento, di positivo al COVID-19. A pesar de múltiples vacunas y el Evusheld, no estaba protegido.

https://prosyn.org/IvEfOtles